En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal.
El joven empezó a protestar:Señor agente, déjeme que le explique.¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe.El muchacho insistía:Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
El agente replicó:¡Cállese! ¡
Ahora mismo, a la cárcel!varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio
2 comentarios:
Ja ja ja ja ja ja.
Vaya boda sin noviooooo.
Un besito y feliz comienzo de semana.
ja,ja,ja....toma ya...
Publicar un comentario